Salmos 22 (David el Rey de Israel , el profeta)
1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado? Lejos estás para salvarme, lejos de mis palabras de
lamento.2 Dios mío, clamo de día y no me respondes;
clamo de noche y no hallo reposo .3 Pero
tú eres santo, tú eres rey, ¡tú eres la alabanza de Israel! 4 En
ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste; 5 a
ti clamaron, y tú los salvaste; se apoyaron en ti, y no los defraudaste.
6 Pero yo, gusano soy y no hombre; la gente se burla de mí, el
pueblo me desprecia. 7 Cuantos me ven, se ríen de mí;
lanzan insultos, meneando la cabeza: 8 «Este confía en
el Señor, ¡pues que el Señor lo ponga a salvo! Ya que en
él se deleita, ¡que sea él quien lo libre!» 9 Pero tú me
sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi
madre. 10 Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde
el vientre de mi madre mi Dios eres tú. 11 No te alejes
de mí, porque la angustia está cerca y no hay nadie que me ayude.
Mateo 27 (Jesús, El HIJO de DIOS, el Salvador de la humanidad)
37 Encima de su cabeza
pusieron por escrito la causa de su condena: «Este
es Jesús, el Rey de los judíos». 38 Con él
crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y
otro a su izquierda. 39 Los que pasaban meneaban la
cabeza y blasfemaban contra él: 40 ―Tú, que destruyes el
templo y en tres días lo reconstruyes, ¡sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de
Dios, baja de la cruz! 41 De la misma manera se burlaban
de él los jefes de los sacerdotes, junto con los maestros de la ley y los
ancianos. 42 ―Salvó a otros —decían—, ¡pero no puede
salvarse a sí mismo! ¡Y es el Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz, y así
creeremos en él. 43 Él confía en Dios; pues que lo
libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de
Dios”? 44 Así también lo insultaban los bandidos que
estaban crucificados con él. 45 Desde el mediodía y
hasta la media tarde toda la tierra
quedó en oscuridad. 46 Como a las tres de la tarde, Jesús gritó con
fuerza: ―Elí, Elí, ¿lama
sabactani? (que significa: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”)
Cuantas veces me he sentido así. Total desesperación. Cuando buscamos salida, respuestas, dirección y no la encontramos.Tal parece que la prueba, la situación por la que estoy pasando es mas fuerte que mi fe. Me doy cuenta que estoy en momento crucial en mi vida en el cual no busco a nadie aquí en la Tierra,pues no hay nadie que pueda ayudarme. Es el momento que me acuerdo que existe un ser supremo, el que me creó y me dió la vida; Dios El Padre que está en los cielos. Pero cuando le busco en medio de mi prueba aparenta estar lejos de mi, como que no me escucha, como que me ha abandonado. Trato y trato y no logro captar su atención. Este es un momento de un último suspiro, de un final grito a DIOS...Ayúdame! Te necesito!. David el profeta, el ungido de Dios, David la casa favorita de adoración ,El Rey de Israel; hizo esta pregunta en medio de su clamor: DIOS mio Dios mio , por que me haz abandonado?. Jesús el HIJO de DIOS, El Salvador, el que es el Nombre sobre todo nombre ! ; este también hizo la misma pregunta al cielo. Ha David Dios le cumplió todas las promesas, ha Jesús le resucitó y lo sentó a su derecha en el trono de los cielos.Y me pregunto , en verdad yo he sido desamparado? en realidad Dios me ha dejado solo?. La respuesta es NO, es que estoy en total desesperación cuando la angustia esta cerca de mi. Por naturaleza yo busco ayuda en los que están cerca de mi, pero no es la ayuda que necesito. Muchas veces buscando esta ayuda me encuentro que mi fe es probada por la humanidad que te cuestiona donde esta tu Dios? La angustia provoca deterioro corporal y espiritual. Es el sentir de que no hay salida de mi situación. A David eran sus enemigos, los burladores. A Jesús su angustia le llego en ese momento en la cruz cuando la muerte estaba cerca. No hay vuelta atrás, en este momento no hay nadie que ayude. La total desesperación en medio de la angustia es cuando mas cerca DIOS esta aunque parezca lo contrario. He aprendido a reconocer que DIOS es mi fuerza, mi pronto auxilio en medio de mi angustia. Es el momento de gritar al cielo y clamar a Dios que se haga presente. La prueba termina, y después de la angustia viene la calma. Yo confío en mi Padre que esta en los cielos, el es mi DIOS. Yo se que el no me ha olvidado, yo se que el no esta lejos. El no me ha despreciado nunca, cuando lo busco, no importando mi condición. Su presencia es real.El es mi libertador, mi Salvador. Dios me rescata y me saca de mi angustia y cesa mi total desesperación. Que haré cuando este en mi angustia y total desesperación? ... Confiaré en Dios, Clamaré a su nombre, me apoyaré en su misericordia. Hablaré de las maravillas que el Dios que temo y amo, ha hecho en mi vida. Cantaré alabanzas a su nombre, cumpliré mis promesas, ayudaré al que necesite ,buscaré a mi DIOS.Le daré honra y lo adoraré por siempre. Declararé que el un DIOS justo. Yo se que cuando lo busco, siempre lo encuentro.
Hermano y hermana cuando la total desesperación toque a tu puerta grita al cielo sobre la angustia que estas viviendo , aquel que ama tu alma está siempre presente ...confía ...el te escucha.